Este informe explora las complejas relaciones entre el crimen organizado y el terrorismo en toda América Latina. Presenta estudios de caso que ilustran las diversas formas en que estas conexiones se manifiestan entre varios grupos terroristas y criminales en todo el continente. El Instituto Interregional de las Naciones Unidas para Investigaciones sobre Crimen y Justicia (UNICRI) ha llevado a cabo estudios continuos que destacan cuestiones críticas y vínculos transregionales, lo que requiere un análisis más profundo en otras áreas como África, Oriente Medio y Europa.
El análisis se centra en dos dinámicas principales: los grupos terroristas que participan en actividades delictivas para financiar sus fines ideológicos, y los grupos criminales que emplean tácticas terroristas para obtener ganancias financieras. Las principales actividades delictivas incluyen el tráfico de drogas, el contrabando de migrantes y el blanqueo de capitales, mientras que las tácticas terroristas van desde asesinatos y secuestros hasta extorsión y ataques a civiles e infraestructuras.
El informe tiene como objetivo influir en las políticas y acciones para combatir el terrorismo y el crimen organizado, abogando por una comprensión más profunda de estos problemas y el desarrollo de respuestas estatales más eficaces. Esto incluye un enfoque más amplio para contrarrestar las amenazas que plantea la conexión entre el crimen y el terrorismo.
Además, el informe analiza cómo los incentivos financieros derivados de las actividades delictivas podrían cambiar las motivaciones de los terroristas, pasando de ser ideológicas a financieras, lo que complica el desafío para las agencias gubernamentales. El "ciclo de actividad terrorista", que incluye reclutamiento, radicalización, entrenamiento, financiamiento, logística, ataque, evasión y explotación mediática, ofrece múltiples puntos de intersección entre el crimen y el terrorismo.
Tanto las organizaciones terroristas como las criminales están desarrollando capacidades internas sofisticadas y formando alianzas para avanzar en sus objetivos. La conexión entre el crimen y el terrorismo se está expandiendo más allá de las fronteras físicas hacia el ciberespacio, haciendo que estas amenazas sean más eficientes y extendidas. Sin una cooperación intergubernamental mejorada, es probable que estos grupos sigan superando los esfuerzos nacionales e internacionales para frenar su influencia.
El informe concluye con recomendaciones para que los gobiernos aborden de manera efectiva el nexo entre el crimen organizado transnacional y el terrorismo.